He empezado a escuchar en Audible La vegetariana, de Han Kang. La obra recibió el Man Booker Prize antes de alcanzar el Nobel. El libro me ha costado sobre 12 euros, un poco menos. Hace ya algún año que escucho libros, sobre todo porque me pueden el astigmatismo y la presbicia. Eso no quiere decir que no compre libros. Me encanta tocarlos y pasar las páginas, y algunos son verdaderas joyas visuales. Pero, el acto de escuchar me produce cierta calma. Generalmente oigo los libros mientras conduzco o ya cuando es la hora de acostarme. Sabéis que Alexa puede conectar con Audible y reproducir de manera inmediata el minuto en el que abandonaste la escucha. A Alexa también le puedes pedir que baje la voz para que los narradores y narradoras te susurren al oído, más que gritarte.

En otra de las entradas de este blog mencioné La vegetariana. Se titula «El dilema de las zanahorias…» y es que el libro de Kang no solo encierra el debate sobre el tema de convertirse o no en vegetariana, de hecho es la mujer del protagonista quien lo hace, sino que reflexiona sobre el poder patriarcal y los actos machistas a los que se ve sometida la mujer sin nombre del principio, más tarde sabremos que se llama Yeong-hye, a hacer la comida, planchar o estar dispuesta para el sexo sin ganas.

La rebelión del personaje frente al hecho de no volver a comer carne, después de un sueño en el camina por el bosque, se convierte igualmente en una lucha contra lo establecido por los estereotipos sociales, culturales y del matrimonio. Yeong-hye comienza negándose a mantener relaciones sexuales con su marido porque le «huele mal», le huele a carne.

La obra tiene un estilo sencillo de escritura, con frases sutiles y rápidas, ciertamente breves, que no buscan la espectacularidad. Recordemos como Kang simplemente manifestó su alegría por recibir el Nobel, de manera muy sencilla, junto con su hijo, y sin alardes mediáticos.

Han Kang admite que la resurrección de su novela ha sido inesperada. Publicada en 2007, La vegetariana tuvo una recepción discreta y recibió críticas duras por las emociones incómodas que despertaba: “algunos lectores me dijeron abiertamente que el libro les resultaba demasiado perturbador, incluso molesto”, confiesa la autora. Sin embargo, señala una diferencia en la respuesta del público femenino: “a las mujeres, aunque las impactase, les gustó. Comprenden mejor los sentimientos de Yeong-hye.”

La protagonista

Los que la comprenden mejor han comparado a La vegetariana con La metamorfosis (1915) de Franz Kafka, porque el sueño de Yeong-hye supone abandonar su cuerpo humano y todas las flaquezas que pervierten a nuestra especie. Recordemos cómo Gregor Samsa se despierta una mañana convertido en un insecto gigantesco. Esta transformación es el núcleo de la historia y simboliza el aislamiento, la alienación y la deshumanización que Gregor experimenta tanto a nivel personal como en su relación con su familia y la sociedad.

El epicentro de La vegetariana no es el vegetarianismo, sino la vía para conseguir un fin, que culmina en el hecho de no comer tampoco vegetales, pues es otra forma de atacar a las plantas, sostiene la narradora:

«Durante la vigilia, me entran ganas de matar a las palomas que caminan delante de mí, tengo ganas de retorcerle el cuello al gato del vecino. Si pudiera dormir…si pudiera dejar de estar consciente aunque sea una hora».

Perfil de Yeong-hye

Nombre completo: Yeong-hye
Edad: Aproximadamente 30 años (no se menciona de forma explícita).
Lugar de residencia: Corea del Sur
Estado civil: Casada al inicio de la novela.
Ocupación: Ama de casa y trabajadora ocasional.
Rasgos principales: Silenciosa, introvertida y sumisa en apariencia. Experimenta una transformación radical tras un sueño perturbador.

Rasgos psicológicos:

Yeong-hye sufre una lucha interna entre su deseo de libertad y las restricciones culturales que la asfixian. La mujer experimenta episodios de alienación y pérdida de control sobre su vida, desencadenados por su incapacidad de comunicarse con quienes la rodean. La influencia de sus sueños actúa como un catalizador para su transformación, que los demás interpretan como una «locura».

En sus relaciones familiares su esposo es un individuo insensible e incapaz de comprender las decisiones de su mujer; ve su vegetarianismo como una amenaza personal. Por otra parte, la hermana de Yeong-hye, llamada In-hye, quien también enfrenta sus propios conflictos internos, se convierte en una figura clave al intentar comprender el sufrimiento de Yeong-hye. Por último, el padre representa el autoritarismo y el abuso emocional que Yeong-hye ha soportado desde la infancia.

Temas asociados al personaje:

1. Rebelión silenciosa: Yeong-hye desafía las normas sociales con su negativa a adaptarse a las expectativas.

2. Cuerpo y control: Su cuerpo se convierte en un terreno de lucha, tanto para ella como para quienes la rodean.

3. Aislamiento: Su evolución psicológica la lleva a un estado de soledad profunda, desconectándola incluso de sus aliados más cercanos.

4. Naturaleza y deshumanización: Busca una fusión con la naturaleza como un escape de su realidad opresiva.

Yeong-hye es un personaje profundamente complejo que desafía las nociones tradicionales de identidad y género. Su transformación, iniciada por un acto aparentemente simple como renunciar a la carne, se convierte en un catalizador de tensiones más profundas, como el control del cuerpo, la rebeldía frente a las normas patriarcales y la lucha por preservar una individualidad asfixiada por la expectativa social. A través de su viaje, Yeong-hye pone en evidencia las fracturas invisibles de las relaciones familiares, la violencia implícita en las dinámicas cotidianas y el peso de la conformidad en una sociedad que castiga lo diferente.

La historia explora su lucha interior y la manera en que su desconexión con el mundo exterior revela verdades incómodas sobre la opresión y el deseo de libertad. La vegetariana, a través de su tragedia personal, se convierte en una obra poderosa, profundamente perturbadora, que cuestiona los límites de la humanidad y la c