Me encanta Borges. Me encanta por muchos motivos; primeramente porque los relaciono con mi materia de trabajo, que es la ciberliteratura. Dentro de la asignatura estudiamos a Borges y su «Libro de arena» como un autor que precede a los actuales textos combinatorios o textos creados para la red. De Borges me interesan también las ideas de laberinto y de la biblioteca como infinito, y cómo no, El Aleph como ese punto en el que se concentran todos los puntos del universo, el Alfa y el Omega.

Pero realmente no quiero centrarme en Borges ahora, sino en el autor argentino ligado al libro clásico del I Ching, o libro de los cambios o mutaciones. Pero, ¿qué tiene que ver Borges con el I Ching? Pues nada más y nada menos que el primero redactó un poema específico para que antecediera a una de las ediciones del segundo.

Leamos el poema, si os parece:

«El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable

cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.

No te arredres. La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro

puede haber un descuido, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha
pero en las grietas está Dios, que acecha.»

Wilhelm, Richard. I Ching. El libro de las mutaciones. Versión completa con presentación y notas de D.J. Vogelmann. Prólogos de C.G. Jung, Richard Wilhelm y Hellmut Wilhelm y el poema: «Para una versión del I King» de Jorge Luis Borges, edhasa.

El arte de interpretar el texto queda abierto para cada una de vosotras. Así es el ejercicio de la crítica y de la literatura. Pensad si el «yo lírico» nos habla de lo inevitable del destino (el Fatum), del tiempo cíclico y de la repetición y recurrencia, del rigor de nuestra existencia, de la esperanza que se alcanza en lo inesperado, o de la presencia de lo divino en lo incierto.

El I ChIng

El I Ching es conocido como El Libro de las Mutaciones, y supone uno de los textos más antiguos de la humanidad, con raíces en la tradición china que se remontan al segundo milenio antes de Cristo. Sus bases filosóficas, simbólicas y prácticas están profundamente arraigadas en la cosmología china, en particular en conceptos como el cambio, la dualidad y la armonía.

Fundamentado en la interacción de dos fuerzas opuestas y complementarias, el yin (receptivo, oscuro) y el yang (activo, luminoso), su sistema utiliza trigramas (combinaciones de tres líneas continuas o partidas) y hexagramas (combinaciones de seis líneas) para representar situaciones y procesos de transformación. El texto se consulta mediante métodos como el lanzamiento de monedas o el uso de tallos de milenrama, que generan hexagramas interpretados como una guía para actuar en sintonía con los ciclos naturales.

El I Ching está íntimamente ligado al concepto del Tao, la fuerza universal que gobierna el cosmos, y enseña a aceptar el cambio con armonía en lugar de resistirlo. Cada hexagrama incluye comentarios que ofrecen reflexiones filosóficas, consejos prácticos y orientaciones éticas de manera siempre abierta. Nunca da soluciones ni respuestas definitivas. Además, ha influido en el confucianismo y el taoísmo, sirviendo como herramienta tanto para la automejora como para comprender el orden natural del mundo. Más que un manual predictivo, es una guía filosófica y espiritual, centrada en encontrar equilibrio y significado en la vida. Sobre su conexión con Jung hablaremos en otra ocasión. No quiero aburriros.

Milenrama

Del I Ching a Jorge Luis Borges

A través de sus reflexiones sobre el destino, el tiempo y el cambio, El I Ching y Borges nos invitan a encontrar sentido y fortaleza incluso en las situaciones más difíciles. A continuación, os proporciono, si me permitís, algunos ejemplos prácticos personales para vuestras vidas. Espero que os sean útiles:

  1. Aceptemos la inevitabilidad del cambio, de la mutación.
    En el poema de Borges: «El porvenir es tan irrevocable/como el rígido ayer.»
    La vida está llena de cambios y momentos inesperados, pero, si nos resistimos a ellos solo generamos más sufrimiento. La resiliencia comienza cuando asumimos que el futuro es incierto y que las dificultades forman parte del ciclo natural de la vida. Imagina que te enfrentas a una pérdida importante (como un trabajo, una relación o una salud deteriorada) En lugar de resistirte a la tristeza o al miedo, puedes aprender a aceptar la inevitabilidad del cambio. El I Ching sugiere que en lugar de luchar contra las circunstancias, debemos comprenderlas, adaptarnos y aprender a fluir con ellas. Sí. Ya sé que es difícil. Os comprendo.

2. Ver ese cambio como una oportunidad de crecimiento. En el poema de Borges: «Quien se aleja/de su casa ya ha vuelto.» Como he señalado en más ocasiones, los momentos de cambio, aunque dolorosos o desconcertantes, pueden ser el inicio de un proceso de autodescubrimiento y crecimiento. Si alguna de vosotras atraviesa una crisis profesional o personal, en lugar de ver el cambio como un fracaso, puede interpretarlo como una oportunidad para reorientarse, gestionar nuevas habilidades y explorar nuevos caminos. Según el I Ching, el cambio constante ofrece la posibilidad de crecimiento, incluso en lo que parece una pérdida. Este es un enfoque resiliente: la capacidad de ver cada ciclo como un paso hacia la evolución personal.

3. Ver las dificultades como parte de un ciclo que se puede superar. En el poema de Borges: «El camino es fatal como la flecha/pero en las grietas está Dios, que acecha.» Las adversidades son inevitables, pero incluso en los momentos más oscuros pueden aparecer oportunidades. Esta idea de «las grietas» que permiten la luz es un principio clave para la resiliencia. Supongamos que una persona está pasando por una enfermedad grave. Si bien el proceso de recuperación puede ser largo y desafiante, la superación se encuentra en reconocer que, incluso en la adversidad, hay momentos de claridad y posibilidades de sanación. Es posible encontrar fortaleza en los pequeños momentos de paz o incluso en la interconexión con otros que han pasado por experiencias similares. El I Ching nos recuerda que, aunque el camino sea difícil y riguroso, siempre hay espacio para la transformación y el crecimiento. Aquí les mando todos los ánimos del mundo a mis padrinos, a los que amo.

4. Actuar con valentía frente a lo incierto. En el poema de Borges: «No te arredres. La ergástula es oscura/la firme trama es de incesante hierro,» La superación no implica no sentir miedo o incertidumbre, sino actuar a pesar de ellos. El «yo lírico» manifiesta no rendirse ante la oscuridad, sino a encontrar un camino a través de ella. Si alguna de vosotras os estáis enfrentando a una crisis económica o personal, la postura que debemos tomar no consiste en esperar a que todo se resuelva por sí mismo, sino en tomar decisiones con valentía, aunque el futuro sea incierto. El I Ching enseña que la persistencia y el entendimiento del cambio son claves para superar los obstáculos.

5. Buscar un significado en los momentos de incertidumbre. En el poema de Borges: «pero en algún recodo de tu encierro/puede haber un descuido, una hendidura.» En los momentos difíciles, es posible encontrar pequeñas oportunidades o momentos de claridad, que pueden servir como puntos de salida o de alivio. Si te hallas en una situación de aislamiento o confinamiento, la ventaja consiste en estar atenta a esos pequeños «descuidos» o grietas que pueden abrir espacio a nuevas perspectivas. Quizás esa situación incómoda te permita reconectar con la creatividad, la introspección o incluso con otros aspectos de tu vida que habías dejado de lado.

6. Y acabamos ya. La importancia de la interpretación personal en los cambios. En el poema de Borges: «Nuestra vida/es la senda futura y recorrida.» En la vida, las decisiones no siempre son claras, pero si te enfrentas, por ejemplo, a una ruptura emocional, en lugar de ver la experiencia como un fracaso, puedes interpretarla como una lección valiosa sobre lo que realmente deseas en la vida y en las relaciones. El I Ching nos anima a reflexionar sobre las situaciones, ya que la forma en que interpretamos los eventos puede definir nuestra capacidad para adaptarnos y crecer.

Para concluir, me gustaría lanzaros unas preguntas:

¿Cómo aceptáis los cambios que la vida os presenta? 🤔

¿Creéis que el destino está marcado o es el resultado de nuestras acciones? 🔄.

En los momentos de incertidumbre y dificultad, ¿cómo halláis resiliencia y significado a lo que hacéis?💪

Gracias, una vez más.


Comentarios

2 respuestas a “Borges, el I Ching: combinaciones y azar”

  1. [heart] Amancio Rial reacted to your message:


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  2. Está maravilloso!!! Lo uso para la clase de hoy.

    😘 Gracias Bs

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